Es el miedo a morir y vivir sólo lo que lo le incita a tomar esta decición, pues ya vio las primeras y dolorosas pruebas de que la vida es así, nacer, crecer, reproducirce, casarce, morir. Todo eso aunque no le guste aceptarlo resulta ser hermoso, claro visto exteriormente, o quizá el desapego y extremo aburrimiento y vale decir esa ingratitud que tiene para con la vida. Nadie sabe realmente que es lo que el siente (ni él mismo).
Y sigue allí, probando sus saladas lágrimas, despues de mucho tiempo, no hay sollozos no hay gemidos, sólo lágrimas silenciosas y es así cómo él cree que debe sufrir, en silencio, tras una máscara de patético optimismo y enfermisa alegría, mostrada a publico cada vez que el sale a exteriores, le resulta penoso darse cuenta que el se convirtio en uno más de esos hipócritas que llevan doble estado de ánimo, vistiendo máscaras y muriendo por dentro, él se ve afectado aturdido, con rabia, con odio, con esos sentimientos negativos y destructivos que embargan su ser y su alma el nunca odio cómo lo esta haciendo ahora, el se odia a sí mismo.
El no se hace cortes ridículos con navajas ni piensa en cortarse, él solo siente desprecio por sus palabras sus actos, su hipocresía, y más lo siente ahora, que llega el momento de estar sólo en un cuarto, en una casa el dinero lo reconforta ahora, lo que puede resultar un poco patético, pero el dinero al igual que el amor vale decir, se termina, quiza más rápido que el amor, quizá más tarde, pero con algunas excepcion de que hay amores eternos, "prefiere comer un seco y soso pan duro en paz y harmonía con los que amo, que un banquete en un ambiente de dolor, ira e hipocresía", pero por el momento, sólo puede esperar que a la puerta alguien llame o que el teléfono suene, aunque la decisión ya está casi tomada.